Nos gustaría proporcionarte algunos consejos para optimizar la medida de radón en centros de trabajo. El coste principal de las medidas de radón en un centro de trabajo está asociado al período de colocación y recogida de los dispositivos. Además, en caso de valores elevados, la empresa de remedio podrá ser más eficiente si se ha comprobado un mayor número de puntos.
«En cada temporada de medida, nos encontramos con ejemplos de entidades que han encargado medidas de radón sin poseer conocimientos previos. Tampoco han consultado a expertos sobre la puesta en práctica de los controles. Ello, a su vez, conlleva un riesgo de repetición de las medidas. Hacer las cosas bien desde el principio resulta no solo más barato, sino también más sencillo», comenta Karl Nilsson, director gerente de Radonova Laboratories.
Medida de radón en centros de trabajo: elegir una metodología adecuada
Para garantizar que las medidas se hagan con la metodología correcta, recomendamos a los empleadores que desean comprobar los niveles de radón y tienen alguna duda acerca del procedimiento a seguir que recurran a la guía de seguridad 11.04 del Consejo de Seguridad Nuclear. Por otro lado, de este modo se evita pasar por alto espacios que podrían obligar posteriormente a una nueva y dilatada comprobación.
La imprevisibilidad de los índices elevados de radón
El análisis de las estadísticas de Radonova evidencia que las medidas de radón en los centros de trabajo no ofrecen un patrón determinado. Las estadísticas también muestran que centros de trabajo similares pero en diferentes ubicaciones pueden presentar niveles de radón muy distintos. Asimismo, se pueden hallar concentraciones de radón inesperadamente altas independientemente de la planta y del sitio de comprobación. En este sentido, las estadísticas confirman la importancia de medir de manera suficiente y no hay que conformarse con unos pocos puntos.
Informar claramente a cada empleado
No ha de subestimarse el factor humano en lo que concierne a la medida del radón en el centro de trabajo. Se aconseja efectuar controles de tal manera que todos los miembros de la plantilla se sientan seguros y estén informados del nivel de radón al que está expuesto cada uno de ellos.
Aparte del aspecto psicológico, tampoco, como ya se ha mencionado, puede predecirse ni afirmarse que ciertos espacios sean “a prueba de radón”, ya que puede haber niveles diferentes en un mismo piso. Proporcionando a cada empleado información fiable se preveen posibles descontentos y disminuye el riesgo de controles complementarios.
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