¿Cómo ha cambiado la covid-19 las condiciones para medir el radón?
La actual pandemia de covid-19 ha modificado el escenaroio para los controles de radón en todo el mundo. El director gerente de Radonova, el laboratorio líder mundial, comenta los cambios que han afectado al sector.
La pandemia de covid-19: proteger los pulmones, es hoy más importante que nunca
El coronavirus ha puesto la salud pública en el centro de atención. Nosotros hemos observado un incremento en el interés por la medida de radón. Cada vez son más los que piensan en su salud y desean saber a qué niveles de radón están expuestos. De este modo se puede reducir el riesgo de cáncer de pulmón como consecuencia de un alto nivel de radón. No hay evidencias de que la covid-19 sea más grave en combinación con una alta exposición al radón. Ahora bien, el radón, al igual que el coronavirus, incide sobre uno de nuestros órganos fundamentales, los pulmones. Es por ello que debemos proteger los pulmones tanto del coronavirus como del gas radón.
La necesidad de medir los nuevos centros de trabajo: nuestras casas
Cada vez teletrabajan más personas y el hogar se ha convertido en el puesto de trabajo permanente para numerosos empleados. Al mismo tiempo, la nueva directiva comunitaria sobre protección radiológica plantea exigencias sobre el control del índice de radón. Este valor debe situarse por debajo del valor límite nacional (por lo general, entre 100 y 300 Bq/m3).
La medida de radón en nuestros hogares está hoy más justificada que nunca, puesto que los domicilios se han convertido en centros de trabajo. Se suelen controlar los dormitorios y las salas de estar, pero no otros espacios, al presuponerse que los residentes no van a pasar mucho tiempo en ellos. Así pues, por prudencia, es importante medir también la estancia donde se va a trabajar.
Medir el radón por tu cuenta debe ser sencillo
Con ocasión de la pandemia de covid-19 se han introducido más regulaciones sobre quiénes pueden visitar los centros de trabajo o acceder a las propiedades en alquiler. En algunos países, esto ha repercutido duramente sobre los consultores especializados en radón a cargo de la instalación de detectores, puesto que ya no se les permite entrar para colocar éstos, ni recogerlos tras finalizar el periodo de control. Ello, a su vez, exige a los laboratorios de radón diseñar sus servicios en este ámbito de forma que se facilite al usuario final la medida por su cuenta.
Gracias a su proceso, en gran medida digitalizado, Radonova se sitúa a la vanguardia de este desarrollo, desde el cálculo de la cantidad de detectores hasta la gestión de las instrucciones y los informes. A diferencia de, por ejemplo, un lustro atrás, ahora es realmente sencillo llevar a cabo una medida propia tanto en el hogar como en el centro de trabajo.
La pandemia de covid-19: siempre recurre a un laboratorio reconocido y acreditado ISo17025
La pandemia de covid-19 ha mostrado igualmente la importancia de adquirir productos de una calidad adecuada. Hemos visto innumerables ejemplos de compras de ropa de protección o mascarillas no homologadas. Incluso ha habido casos de etiquetado fraudulento. Esto, obviamente, pone en peligro la salud de la ciudadanía. Resulta fácil establecer un paralelismo con el control del radón. Un índice de radón incorrectamente medido puede llevar a habitar un entorno interior con niveles elevados de este gas en la creencia de que no existe peligro alguno.
Así pues, a fin de garantizar una comprobación correcta, los detectores de radón deben adquirirse siempre de un laboratorio especializado con acreditación según la norma ISO 17025. Ello en muchos casos hará que el control resulte algo más caro (que recurriendo a laboratorios de radón no acreditados), pero te asegurarás de medir correctamente, que es lo fundamental. Pagar por un examen de radón que no da la talla equivale a tirar el dinero a la basura.
Karl Nilsson, director gerente de Radonova Laboratories
