Radón y ventilación: en este artículo te explicamos por qué es tan importante elegir el sensor de radón adecuado a la hora de optimizar la ventilación en centros de trabajo y escuelas.
En los edificios ventilados, los niveles de radón pueden variar mucho en función de si la ventilación está funcionando o no.
Normalmente, los niveles de radón son mucho más bajos cuando hay ventilación. Al mismo tiempo, dependiendo del diseño del sistema de ventilación, puede ser necesario aun cierto tiempo para reducir los niveles de radón a un nivel que no suponga un riesgo para la salud humana.
Por tanto, para controlar y determinar cuándo hay que encender o apagar la ventilación, y de este modo optimizar los niveles de radón y ventilación, es esencial medir con un sensor de radón que pueda reaccionar rápidamente a los cambios en los niveles de radón.
Radón y ventilación: No es suficiente con emplear el dato de la media de 24 horas
Desgraciadamente, hay una gran cantidad de sensores de radón que son baratos pero no son válidos para trabajar con sistemas de ventilación.
Un ejemplo son los sensores que sólo proporcionan un nivel de radón basado en la media de las últimas 24 horas.
Si intentas configurar y optimizar la ventilación basándote en los resultados de estos sensores, corres el riesgo de poner en marcha la ventilación innecesariamente al final de la jornada laboral, o peor aún, de poner en marcha la ventilación demasiado tarde después de un fin de semana u otro periodo en el que el centro de trabajo o la escuela hayan estado cerrados durante mucho tiempo.
Además de proporcionar sólo un valor medio tras 24 horas de medida, estos sensores no están calibrados individualmente, lo que aumenta el riesgo de una medida errónea.
El consumo de electricidad también es un factor a tener en cuenta
Si el objetivo es optimizar el nivel de radón y ventilación para mantener los niveles razonablemente bajos durante las horas de trabajo y de clase, y al mismo tiempo mantener un bajo consumo de electricidad, hay que utilizar sensores de radón con una tecnología avanzada.
Estos equipos proporcionan un valor al cabo de un tiempo inferior a 40 minutos de medida. La ventaja es que puedes ver claramente cómo afecta la ventilación a los niveles de radón cuando el sistema está encendido y apagado.
Un sensor como el SPIRIT está diseñado para ofrecer precisamente ese tipo de funcionalidad. Cada equipo está calibrado individualmente, lo que reduce significativamente el riesgo de lecturas falsas.
Si quieres hacer una medida fiable del radón que además te sirva de base para establecer la ventilación de forma segura y rentable, el consejo es que no te fijes sólo en el precio, sino también en la calidad y el rendimiento. Siempre merece la pena.
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No olvides que la única manera de conocer tu nivel de radón es mediante una medida.
Y recuerda usar siempre un servicio de medida de radón acreditado ISO 17025.
