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¿Por qué es peligroso el radón?

La radioactividad del radón: un fenómeno natural peligroso

El radón 222 es un gas radiactivo de origen natural. Pertenece a la cadena de desintegración radioactiva del uranio 238.
Como todas los elementos radioactivas, cuando el radón se desintegra, se transforma en otra isótopo que denominamos descendiente del radón y emite radiaciones ionizantes. En el caso del radón, se trata de radiaciones alfa, las más energéticas. Se trata de radiación electromagnéticas capaz de ionizar, es decir, de modificar las características de los átomos en los que impacta.

¿Cómo afecta el gas radón a la salud?

Las radiaciones ionizantes, al entrar en contacto con las células del cuerpo humano, pueden alterar las moléculas del ADN, causando mutaciones genéticas, cáncer o muerte celular. De acuerdo a las estimaciones de la OMS, en España alrededor de 2000 casos de cáncer de pulmón se pueden atribuir directamente a la presencia de gas radón en viviendas y centros de trabajo.
Los descendientes del radón son partículas sólidas igualmente radioactivas. Esto significa que después de inhalar tanto el radón como sus descendientes, estos continúan emitiendo radiaciones ionizantes hasta que las partículas se eliminan por completo del organismo. Por lo tanto, son los descendientes del radón los que son más nocivos para la salud.

El radón en el aire en interiores

Cuando el radón presente en la roca se transforma en radón en el suelo, este se infiltra naturalmente hacia la superficie. La vida media de una partícula radioactiva corresponde al tiempo necesario para que el 50 % de las partículas de radón se transformen en polonio sólido (su descendiente directo en la cadena de desintegración). En el caso del radón, es de 3,8 días. Este tiempo es suficiente para que el radón pueda extraerse del suelo, penetrar en el interior de los edificios y ser inhalado. Es entonces cuando se vuelve muy peligroso. En cambio, al aire libre no supone un problema puesto que se disipa en la atmósfera. Pero, al contrario, cuando penetra en el aire de interiores, puede concentrarse.  Cuanto mayores sean las concentraciones de radón en el aire en interiores, mayor será el riego para la salud.
Por eso es muy importante ventilar con frecuencia para renovar el aire en interiores.

la crisis de la COVID-19